Carlos Alcaraz no es solo un nombre que suena fuerte en el tenis, es uno de los dominadores del circuito.
Con solo 21 años, este chaval de El Palmar (Murcia) ha demostrado que puede jugar y ganar en cualquier superficie.
Tierra batida, césped, pista dura… da igual. Pero, claro, siempre nos preguntamos: ¿dónde está más cómodo? ¿Dónde es imparable? Vamos a darle un repaso a su juego en cada superficie, porque este chico no para de sorprender. Y esta vez, con datos en la mano.
Las estadísticas que hemos utilizado las hemos obtenido del perfil de Carlos Alcaraz en la ATP. Mucho mejor si las utilizáis en inglés, en castellano fallaban (al menos a mí). Se pueden filtrar las estadísticas por año y por superfície, una herramienta muy útil.
Tierra batida: Como pez en el agua
Embed from Getty ImagesVamos a empezar por lo obvio. Alcaraz es español, y en España la tierra batida es como el pan de cada día. Su juego en esta superficie es una apisonadora. Tiene un topspin que parece sacado de un videojuego, mueve a los rivales de un lado a otro como si fueran marionetas, y encima aguanta los puntos largos como nadie.
Los números no mienten. En tierra batida, Alcaraz tiene:
- 81% de victorias en juegos de servicio. O sea, cuando saca, es casi imposible romperle.
- 61% de puntos de break salvados. Esto significa que, incluso cuando está en apuros, sabe salir adelante.
- 44% de puntos de break convertidos. Aquí es donde se nota su agresividad: cuando tiene oportunidad, no perdona o solo perdona una de cada dos veces.
- 8 títulos en tierra batida, incluyendo dos Masters 1000 en Madrid (2022 y 2023) y dos en Barcelona (2022 y 2023), además de la plata de los JJOO de París. Y no olvidemos su victoria en Roland Garros 2024, donde dejó claro que es el rey de la arcilla.
Además, en tierra batida, Alcaraz gana el 64% de los puntos de servicio y el 44% de los puntos de devolución. O sea, no solo saca bien, sino que también devuelve con una efectividad que da miedo. En resumen, en tierra batida, Alcaraz no juega, domina.
Césped: El quebradero de cabeza de los rivales
Embed from Getty ImagesAquí es donde la cosa se pone interesante. El césped no es precisamente la superficie favorita de los españoles, pero Alcaraz ha roto todos los esquemas.
¿Que no puedes jugar bien en hierba? Pues gana Wimbledon 2023 y se carga a Djokovic en la final, en una final disputadísima. Pero además revalida el título en 2024 también contra el serbio pero lo despacha en tres sets. Nada más y nada menos.
Las estadísticas lo avalan:
- 86% de victorias en juegos de servicio, su mejor marca en cualquier superficie. O sea, cuando saca en césped, es casi imposible ganarle.
- 67% de puntos de break salvados. Esto demuestra que, incluso bajo presión, sabe mantener la calma.
- 37% de puntos de break convertidos. No es su punto más fuerte, pero sigue siendo una cifra respetable.
- 3 títulos en césped, incluyendo Wimbledon 2023 y Queen’s Club 2023. Y en 2024, repitió título en Wimbledon, dejando claro que no fue un golpe de suerte.
En césped, Alcaraz gana el 74% de los puntos de primer servicio y el 55% de los puntos de segundo servicio. Además, su capacidad para cambiar el ritmo y usar dropshots efectivos lo convierten en una pesadilla para sus rivales. El césped ya no es un problema para él; es otra oportunidad para brillar.
Pista dura: Lo hace bien, pero puede dar más
Embed from Getty ImagesEs fácil decirlo desde aquí sentado…La pista dura es como el término medio. No es tan lenta como la tierra batida ni tan rápida como el césped. Alcaraz aquí se defiende bien, pero no es tan dominante como en las otras dos superficies.
Tiene títulos importantes, como el US Open 2022 y dos Indian Wells (2023 y 2024) y un título en Miami, pero también ha tenido sus altibajos.
Los números son buenos, pero no espectaculares:
- 84% de victorias en juegos de servicio. O sea, saca bien, pero no tanto como en césped.
- 64% de puntos de break salvados. Esto muestra que, aunque está sólido, no es tan impenetrable como en otras superficies.
- 40% de puntos de break convertidos. Aquí es donde se nota que le falta un pelín de agresividad en los momentos clave.
- 5 títulos en pista dura, incluyendo el US Open 2022 y dos Indian Wells (2023 y 2024).
En pista dura, Alcaraz gana el 72% de los puntos de primer servicio y el 57% de los puntos de segundo servicio. Además, su porcentaje de puntos ganados en devolución es del 41%, lo que no está mal, pero tampoco es espectacular.
La pista dura es más traicionera: el bote es menos predecible, y el desgaste físico es mayor. Eso se nota en partidos largos, como en Cincinnati 2023, donde perdió contra Djokovic en una final que se le escapó por detalles.
Comparando superficies: ¿Dónde está más cómodo?
Vamos a ponerlo fácil con una tabla:
Superficie | % Victorias en servicio | % Puntos de break convertidos | Títulos |
---|---|---|---|
Tierra batida | 81% | 44% | 8 |
Césped | 86% | 37% | 3 |
Pista dura | 84% | 40% | 5 |
La tierra batida es donde más títulos tiene, pero el césped es donde más gana en servicio. La pista dura está en un punto intermedio. O sea, Alcaraz es bueno en todas, pero si hay que elegir, la tierra batida es su fuerte.
Lo que dicen los expertos
Los que saben de esto (yo no) tienen opiniones variadas:
- Si nos basamos en los datos: «En tierra batida es donde mejor está. Los números no engañan: 81% en servicio y 44% en breaks. Es su sitio.»
- Si nos basamos en opiniones periodísticas «Sí, en tierra batida manda, pero en césped ha demostrado que puede ser igual de bueno. Lo de Wimbledon no fue casualidad.»
- Los que saben de tenis: «Técnicamente, en tierra batida es más completo, pero en césped también la rompe. En pista dura le falta un pelín, pero va por buen camino.»
Conclusión: Un fenómeno sin límites
En tierra batida es donde más cómodo se ve, pero en césped ha demostrado que puede ganar a cualquiera. Y en pista dura, aunque no es perfecto, también tiene resultados prometedores. Lo que está claro es que este chaval no tiene techo.
El futuro pinta bien para él. Si sigue así, podría ser el rey de todas las superficies. Y eso, amigos, es algo que no se ve todos los días. Así que, ya sabes: cuando veas a Alcaraz jugar, no te quites los ojos de encima.
Me gustaría conocer tu opinión en los comentarios.